Este es un artículo publicado en tres idiomas por UNIMA Internacional en el Día internacional de la Marioneta. Puedes leerlo aquí también.
“En Septiembre del pasado año 2017 llegamos a Indonesia esperando recibir clases de títere tradicional balinés Wayang Kulit y, por casualidades de un destino juguetón, nuestro primer encuentro titiritero fue con la compañía indonesia de títeres contemporánea por excelencia, Papermoon Puppet Theatre.
A través de “conexiones intergalácticas”, como me gusta llamarlas, la magia de los títeres saltó fronteras de nuevo y nos conectó con Ria (Maria Tri Sulistyani), fundadora de Papermoom, a quien seguía la pista de hace tiempo. Quedamos con algunos miembros de la compañía en el Estudio-taller para conocernos e intercambiar experiencias.
Al quitarme los zapatos antes de entrar al estudio de Papermoon me sentí rodeada de esa magia que desprenden sus títeres de papel maché que se acumulan ordenadamente en originales armarios-vitrinas casi como si estuvieran esperando entre bambalinas a salir a escena.
De los elevados muros colgaban estructuras gigantes de esqueletos de caña de bambú que me recordaron al trabajo de la compañía sudafricana Handspring Puppet company.
Pero todo en Papermoon tiene un sello particular de identidad. El diseñador artístico Iwan Effendi dota de color y personalidad única a sus personajes, de manera que estoy segura que si los viera entre un montón de títeres, podría perfectamente decir: ese es Moyo de Mwathirica o ese títere es de Papermoon.
Pero no sólo se aprecia ese sello en su aspecto plástico y de preciosísimo diseño, si no que esta compañía pone su sello en lo que trata en sus obras, llenando de color los temas más oscuros del ser humano en sus espectáculos comprometidos para adultos.
La brillante mezcla de los títeres japoneses Bunbraku y Kuruma Ningyo con su particular estilo demuestra su apuesta íntima con el títere en su manipulación y en las historias que “tocan” directamente al espectador. Tratan temas contemporáneos haciendo una combinación sublime de dos tipos de manipulación de títere tradicional japonés con un planteamiento artístico extra-ordinario.
Papermoon saca a la luz errores atroces de un pasado no tan lejano y genocidios inenarrables a través de la ternura de sus personajes y la relación táctil y directa que tienen sus manipuladores con ellos.
Papermoon habla, con el lenguaje del silencio y la poesía visual, de aquéllo que fue callado durante épocas y que tuvo lugar en Indonesia en 1965. De manera extraordinaria, devuelve esa voz a las víctimas que se quedaron mudas y a las familias de todo el mundo (no sólo en Indonesia) que han perdido o siguen perdiendo a seres queridos y toda su dignidad en periodos de violencia política.
En Mwathirica, por ejemplo, la voz del títere se escucha a través de un pequeño silbato rojo manifestando diferentes estados de ánimo del personaje. Además, el silbato rojo supone todo un símbolo para el momento político y la lucha contra el comunismo que hubo en esa época y que tan genuinamente retratan.
Después de compartir algunos días con esta compañía y entrevistar a Ria en su precioso hogar igualmente lleno de color, dejamos Java sabiendo que volveríamos pronto, probablemente por su próximo festival Internacional de Títeres Pesta Boneka #6 que tendrá lugar del 12 al 14 de Octubre de 2018. Porque esta compañía también celebra desde el 2008 un festival de títeres bianual que supone un encuentro único para titiriteros de todos lados del mundo, que ofrecen de manera voluntaria no sólo sus espectáculos, sino talleres y recetas. Es un encuentro de artistas y espectadores que tiene lugar en Yogyakarta cada dos años y ofrece al espectador una muestra teatral inigualable, usando títeres de todo tipo como medio de expresión teatral.
El compromiso de Papermoon por un tipo de teatro tradicional, como son los títeres y con una apuesta contemporánea, resulta admirable. Con sus propios medios, sin una formación oficial como titiriteros llegan a teatros y espectadores de todo el mundo y elevan este arte de los títeres a su máxima potencia.
Al salir de Java, tuvimos la suerte de realizar una residencia artística en Sanggar Paripurna con I Made Sidia. Este dalang, maestro titiritero, lleva la tradición en sus venas. A diferencia de los componentes de Papermoon, I Made, lleva dedicándose a los títeres de sombra (Wayang Kulit), a la pintura y a la danza de máscara Topeng y a la música Gamelan, desde que tiene uso de razón. Esta tradición la heredó de su padre, también artista y respetado dalang y así mismo la transmite a su hijos, que tuvimos también la fortuna de conocer. La figura del dalang es altamente respetada en la cultura balinesa, pue son sólo debe conocer las diferentes artes balinesas, sino que debe saber el antiguo dialecto usado en las representaciones de títeres Wayang Kulit (el kawi) y crear sus propios títeres de piel también. Por decirlo de alguna manera, el dalang es el maestro de las artes del títere por excelencia.
Junto con el aclamado director, actor, escritor y titiritero australiano Peter J. Wilson, I Made ha co-dirigido el famoso show Bali Agung que se representa diariamente en el Safari Park de Gyaniar, Bali. Así mismo I Made ha impartido talleres y ha bailado y realizado representaciones de Wayang Kulit en diferentes partes del mundo.
Pudimos conocer los tipos de representaciones que tienen del mismo Wayang Kulit, dependiendo de la historia o leyenda que se trate, o de si se va a representar en la oscuridad con luz tras la pantalla o durante el día sólo en ceremonias.
De hecho, se podrían encontrar similitudes entre la cercanía que Papermoon tiene con sus títeres de manipulación directa y la relación cercana que busca el dalang con sus personajes. A través de un trabajo delicado y cuidada estética, el dalang da color a sus títeres para poder mirarlos, distinguirlos y conectar directamente con el personaje, a través de la voz y el movimiento.
Durante nuestra estancia allí, compartimos cenas y charlas en su cocina en las que Made siempre se mostró curioso e interesado por otras manifestaciones artísticas del arte de los títeres, pues es precisamente ese intercambio de culturas el que más le interesa a Made.
El mismo espectáculo de Bali Agung, que poco tiene que envidiar a las macro producciones del Circo del Sol, es un cuento en imágenes y música sobre el origen de Bali, según cuenta una leyenda del siglo XII. Es una producción en el que se aprecian títeres de todo tipo: de sombras, de manipulación directa con luz U.V., títeres gigantes de varilla… Entrar con Made por el backstage del enorme escenario de Safari Park, 5 minutos antes de que comience la representación y ser testigo de las muestras de afecto de los casi 200 artistas que participan en el show, es en sí todo un espectáculo que merece una mención. Cada día entes de la representación, con una estética, vestuario y maquillaje cuidado al milímetro, todos los artistas pasan por el pequeño templo que se ubica en la oscuridad tras el escenario para dar ofrendas a los dioses antes de la representación. Aunque sólo descansan los lunes y llevan haciendo esta obra ya casi 10 años, me atrevería a decir que cada uno de ellos se sienten honrados por participar en esta producción, desde el dalang narrador, al que desfila con el elefante, los niños que corretean detrás del rey y las decenas de bailarines. Resulta fascinante el trabajo que realizan todos y cada uno de los artistas a diario.
También tuvimos el honor de realizar nuestro pequeño espectáculo en el “downstage” del teatro ante la mirada curiosa de todo el elenco de Bali Agung. Después de atender por primera vez a la representación de Bali Agung, montamos nuestro pequeño escenario con marioneta de hilo y esferas de contacto y realizamos nuestra humilde representación. Recuerdo sentirme abrumada ante tanto público y tanto artista y la mirada atenta y cálida durante nuestra representación en la que aplaudían entusiasmados con cada cambio de escena. Y es que en ningún momento nos sentimos juzgados o menospreciados, sino al contrario. No sólo Made, sino que la cultura balinesa y me atrevería a generalizar con la indonesia resulta infinitamente respetuosa y tolerante, siempre abiertos a ese aprendizaje y combinación con la parte más contemporánea de Occidente.
El propósito principal de I Made es transmitir la riqueza de la cultura balinesa en sus diferentes expresiones artísticas, así como la importancia y relación de esta tradición con las ceremonias hinduistas. Sin embargo su disposición a combinar y aprender de otras manifestaciones artísticas es sobresaliente. Así, su último trabajo, del que pudimos ser testigos también en diferentes ensayos, retrata la riqueza de la cultura balinesa en todo su conjunto, atendiendo a la tradición de sus artes de Gamelan, Danza, Topeng, pintura y Wayang Kulit. Con un planteamiento original y novedoso, la acción principal de la representación tiene lugar en el backstage, ofreciendo así una mirada al arte tradicional balinés desde un punto de partida totalmente contemporáneo.
Así que, después de haber vivido durante dos meses rodeada de diferentes expresiones artísticas del arte de los títeres de Indonesia, podría decir que personalmente experimenté una transición a la inversa, desde lo contemporáneo a lo tradicional y viceversa. Me pregunto dónde está la línea entre lo tradicional y lo contemporáneo y si es relevante o no que exista tal separación en este momento de riqueza artística y de fusión atemporal que no hace más que enaltecer este precioso arte de los títeres.”